Va terminando el segundo trimestre y cada vez se nota más el cansancio. Arrancar la semana es duro siempre pero cuando estamos cansados más. A estas alturas llegar al colegio el lunes es como subir un monte terriblemente elevado.
 
Hoy, como cualquier otro lunes, hemos subido a clase con pereza, pero las caras de los alumnos de primero y segundo de Primaria se han transformado de inmediato. Nada más terminar la oración nos hemos puesto en una casi ordenada fila, y con una emoción contenida nos hemos dirigido hacia el salón de actos. Estaba claro que allí no utilizaríamos libros y que algo diferente nos esperaba. Tras acomodarnos todos en las butacas y apagarse la luz, la fantasía ha hecho acto de presencia. Hemos disfrutado y participado, casi a partes iguales, de la obra de teatro EL MAGO DE OZ.
 
Antes ir al teatro era para ver y oír los diálogos de los actores; ahora todo eso ha cambiado y los auténticos protagonistas son los niños, que con su emoción e implicación hacen del teatro algo espectacular. Han cantado, indicado el camino, orientado y puesto el alma en la obra que han vivido como si fuesen ellos los protagonistas.
 
Como colofón final, los actores han bajado del escenario, para emoción de espectadores. Y para que quedase constancia de ello y guardar un buen recuerdo, nada mejor que hacerse una foto de despedida en la que apreciar las caras de ilusión y disfrute.
 
Ha sido un gran comienzo para una semana que promete ser realmente emocionante.

 

 

 

 

 

 

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