Las nuevas formas y métodos de aprendizaje hacen que venir al colegio esté lleno de sorpresas. Hoy, 31 de mayo, ha sido uno de esos días en los que hemos tenido una de ellas.

 

Hemos llegado como siempre, pero no hemos tenido una mañana como otras. La clase de euskera nos la han trasladado al salón de actos, y sin darnos cuenta, hemos aprendido divirtiéndonos. Sin saber a dónde íbamos, ni lo que nos esperaba, nos hemos acomodado en las butacas expectantes esperando el comienzo de lo que prometía ser algo muy interesante.

 

El espectáculo de txotxongiloak ha empezado, y sin ser conscientes de ello, nos hemos adentrado en la historia participando de las aventuras de la protagonista. Nos ha enseñado la importancia de cuidar la naturaleza a través de un viaje marino, donde los habitantes de los mares se han convertido en nuestros amigos y compañeros de este emocionante viaje.

 

Ha sido palpable el interés mostrado por los niños y niñas que han estado en todo momento pendientes de la historia y la han seguido con gusto y curiosidad.

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