Han transcurrido ya dos tercios de un curso extraño, especial, en el que además de las circunstancias propias de cada año, estamos teniendo sobre nosotros, permanentemente, una nube amenazadora en forma de pandemia a la que no dejamos de mirar y que nos obliga a establecer medidas para garantizar, en la medida de lo posible, la máxima protección de la salud individual y colectiva.

No podemos evitar contagios externos pero intentamos evitar que haya transmisión interna y para eso trabajamos. Nos ayudan nuestros protocolos internos, la detección y el seguimiento continuo para intentar aislar rápidamente posibles casos. Por esta razón insistimos en la importancia de la prevención, evitando que acudan alumnos con síntomas compatibles o que conviven con personas que los tienen. Una medida muy eficaz, responsable y solidaria y que genera un enorme beneficio evitando pruebas y confinamientos innecesarios a los compañeros y al personal del centro. 

Por nuestra parte, seguiremos trabajando para que el impacto de esta pandemia afecte lo menos posible al desarrollo programado de los objetivos de cada nivel, de manera que cuando esta pesadilla termine nos encontremos en una situación de salida idéntica a la prevista en una situación normal.

Mucho ánimo. Seguro que entre todos lo conseguiremos.

Noticias relacionadas