Este curso no hemos podido hacer uso de la psikogela por no poder compartir aula. Una auténtica pena para los alumnos/as. También lo hemos sentido las andereños, ya que la psikogela es un espacio que nos aporta muchos datos sobre su personalidad y su comportamiento.

Pero hemos podido sustituírlo por juegos dirigidos al aire libre, juegos de toda la vida con reglas sencillas y muy poco material.

Los juegos tradicionales fomentan las habilidades sociales, ya que al jugar en grupo aprenden a respetar turnos y las normas del juego.

 Además, al practicarlos, se desarrollan diferentes habilidades motrices. Según el tipo de juego, tienen que correr y parar en un momento determinado o moverse al ritmo de una canción.

 Los juegos tradicionales permiten experimentar situaciones en las que se trabaja la coordinación óculo-manual, al tener que correr a por la pelota y cogerla sin que se escape, por ejemplo.

Fomentan la concentración, necesaria para actuar en el momento adecuado, y la memoria para recordar las normas del juego o las diferentes canciones.

También fomentan la toma de decisiones y la capacidad de utilizar la paciencia hasta que les toque participar, además de la empatía, poniéndose en el lugar del resto.

Los niños, encantados con esta sesión semanal, han disfrutado los juegos propuestos y participado con ilusión.

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