La situación causada por la pandemia del coronavirus, con el estado de alarma y el consiguiente confinamiento, ha dado un vuelco a nuestros hábitos familiares y sociales en todos los ámbitos de nuestra vida.

Hace un par de semanas que, obligado por esta situación atípica, el Colegio cambió la vitalidad, el bullicio y la algarabía por la soledad y el silencio. A pesar de esto, el colegio está activo y mantiene la relación con alumnos y familias a través de las herramientas telemáticas, que permiten mantener el contacto de forma virtual.

Entre todos hemos tenido que reinventar la manera habitual de funcionar en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Tanto por parte del profesorado como del Equipo Directivo estamos realizando un gran esfuerzo para mantener la actividad docente, de modo que los alumnos puedan seguir el ritmo de trabajo y estudio y puedan avanzar en el desarrollo de las competencias y contenidos programados.

Ha sido necesario adaptar horarios, analizar necesidades, concretar herramientas de trabajo, generar nuevas estrategias y mantener frecuentes reuniones virtuales entre profesores y de éstos con los Jefes de Estudios para coordinar y organizar la actividad docente, siempre con la mirada puesta en los alumnos, verdaderos protagonistas de esta situación.

Somos conscientes de que esta situación genera muchas dificultades y obliga a las familias a desarrollar un generoso esfuerzo en la atención y cuidado de sus hijos. Mantenemos la esperanza de que pronto podamos volver a la normalidad y confiamos en que esta situación, lejos de llevarnos al desánimo y al desaliento, genere en todos esperanza y un fuerte espíritu de superación. Los alumnos son el mejor estímulo para vencer todas las dificultades.

¡Fuerza y ánimo para todos!

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