Una aventura americana

El 19 de agosto nos embarcamos en la aventura americana sin saber muy bien qué nos íbamos a encontrar.
Tras 14 horas de vuelo y tres aviones, llegamos al Aeropuerto Internacional de San Diego con un cambio horario de nueve horas. Poco nos duró el cansancio cuando al bajar las escaleras, 15 familias nos estaban esperando con carteles de bienvenida.  Ese fue el primero de los innumerables momentos emotivos del viaje.
 
El intercambio a San Diego con el Rancho Bernardo High School resultó mucho más que un viaje para mejorar el inglés. Es casi imposible resumir en unas líneas todo lo vivido en esta experiencia ya que expresar emociones tan intensas resulta muy difícil.Tuvimos oportunidad de conocer de cerca la cultura y costumbres del país, asistir a encuentros deportivos increíbles,  vivir la experiencia de un high school americano; sin darnos cuenta estábamos protagonizando una de las películas americanas que tantas veces hemos visto en la televisión.
 
Una persona, antes de irnos, en el último instante cuando nos despedíamos, nos formuló una pregunta: “elegid el mejor momento del viaje”.  Algunos de nosotros hemos estado dándole muchas vueltas a la cuestión, y todos llegamos a la misma conclusión: el trato maravilloso de la gente que nos ha hecho sentir como en casa estando a miles de kilómetros de ella.
 
Ahora, tras lo vivido, todos nosotros nos encontramos con las pilas cargadas para trabajar duro este año y soñar con una próxima aventura.